Seducir es un juego y es un arte...
Cautivas la atención con la mirada, con el tono de voz cálido y firme,
haciendo que quien oye tus palabras sienta que es importante para ti,
pronunciando su nombre con respeto y ternura a la vez, usando acaso
un juego de palabras que despierte una sonrisa cómplice, soltando
inopinadamente alguna frase con un doble sentido intencionado pero sutil y suave, que insinúe una atracción apenas definida...
Cautivas la atención con la mirada, con el tono de voz cálido y firme,
haciendo que quien oye tus palabras sienta que es importante para ti,
pronunciando su nombre con respeto y ternura a la vez, usando acaso
un juego de palabras que despierte una sonrisa cómplice, soltando
inopinadamente alguna frase con un doble sentido intencionado pero sutil y suave, que insinúe una atracción apenas definida...
Observas la reacción a tus palabras,
a tu sonrisa franca, a tu mirada y vuelves a los temas generales para crear acaso, en quien te escucha una cierta tensión, un gesto, un guiño que delate también sus sentimientos.
a tu sonrisa franca, a tu mirada y vuelves a los temas generales para crear acaso, en quien te escucha una cierta tensión, un gesto, un guiño que delate también sus sentimientos.
Sólo después de haber creado ambiente, tensión, expectación, pulsión, deseo, cuando ya el aire vibra entre los dos, y la emoción se nota en el latido del corazón, del pulso y de la mente empiezas ya con las insinuaciones que revelan despacio, poco a poco, que estás dispuesto ya a llegar más lejos.
Después, si acaso, fi nges por momentos un cierto alejamiento indiferente para volver al rato a insinuarte en un tira y afl oja juguetón. Luego ya de que ves que en ese juego has conseguido despertar la chispa de la complicidad y de la suave ternura y simpatía compartida empieza ya el vibrante recorrido que va desde el “me gustas” al “te quiero” pasando por el roce de las manos,
las caricias amables y los besos.
Después, si acaso, fi nges por momentos un cierto alejamiento indiferente para volver al rato a insinuarte en un tira y afl oja juguetón. Luego ya de que ves que en ese juego has conseguido despertar la chispa de la complicidad y de la suave ternura y simpatía compartida empieza ya el vibrante recorrido que va desde el “me gustas” al “te quiero” pasando por el roce de las manos,
las caricias amables y los besos.
Fragmento del Libro
"Seduce Revelaciones: El Secreto de enamorar a una Mujer"