Capítulo
Tercero
Ligando
Un día hermoso para comenzar a practicar ¿No, lo
crees? Berseck se dirigió a su alumno.
-Quiero que experimentes como te acercas a una
chica, ¿Ves aquella que está sentada en aquel lugar? Señalo un macetero que
contenía un trueno en forma de canasta. Quiero que vayas y con la mayor
naturalidad hables con ella y por supuesto debes obtener su teléfono.
¿Estas bromeando? Berseck movió su cabeza negando la
pregunta.
La ansiedad comenzó a apoderarse de Hino su corazón
se aceleraba ¿Se preguntaba como lo haría? Paso a paso sus nervios comenzaban a
invadirlo, le sudaban más las manos, camino hacia ella y le pareció una
eternidad; hasta que estuvo frente a
ella, una chica de pelo corto y lentes de pasta, con un pequeño escote que
luchaba por crecer en su blusa azul, unos jeans y tenis blancos. Ella se
encontraba cruzada de piernas y encima de estas un libro abierto de par en par
que estaba leyendo.
-Hola- Hino intentaba frente a ella sin que se
notase todos esos movimientos nerviosos y sus ojos llenos de pánico y confusos.
-Hola.- Levanto el rostro lleno de dulzura infinita,
la chica a quien la traiciono su escote dejo entre ver a las dos hermosas bubis
que estaban a punto de salir. Sus pestañas eran largas y perfectas que
dibujaban unos lindos ojos color miel.
El silencio permaneció entre los dos y la
incomodidad consecuente impulso la presencia de la mueca de controversia en los
hermosos labios de la chica, mostraron su sonrisa fingida como bienvenida.
-¿Si?. Ella levanto una ceja y lo miro de arriba
abajo.
-¿Te puedo sacar una foto? palabras que
instintivamente vinieron a la boca de Hino.
No hubo
reacción, no hubo respuesta; al contario un silencio incomodo hizo que
confirmara el desagrado de aquella petición. Se levantó cogiendo entre sus
pertenencias y se retiró.
Hino sintió como si una espina se hubiese clavado en
su espalda, pequeños pulsos de electricidad recorrieron su espalda hasta llegar a la nuca. Algunos chicos
que observaban la osadía comenzaron a reírse y platicarse secretamente lo
sucedido. La chica se alejó sin reparos dejando a Hino hablando solo y claramente avergonzado.
Berseck que observaba la situación a unos metros de
ahí, coloco su mano en su frente y recorrió su rostro hacia abajo tratando de
alejar la pena ajena. Solo analizaba la situación.
-Esto llevara un poco de tiempo- pensó.
Desanimado Hino se acercó con los hombros caídos.
-Fui sincero, honesto pero los nervios se apoderaron
de mí, porque las mujeres no comprenden esto. Se reprochaba.
-En seducción a veces no es suficiente, debes ser
osado. El secreto está en dejar fluir tus emociones, fallaste porque pensabas
en el resultado y no en la interacción tienes que ser observador, reconocer las
señales que ellas envían inconscientemente. Analizar, esa es tu tarea. Berseck
Coloco su dedo índice en su sien marcando lo que le decía.
-Te mostrare.
Berseck echó un vistazo en todas direcciones hasta
que eligió a una de las chicas que se
encontraban en el cuadro cívico de la facultad, se dirigió directamente a
una rubia que caminaba a prisa y con los
oídos ocupados por audífonos que la separaban del exterior, tarareaba una
canción. Paso de largo.
Berseck tomo una pluma de su bolsillo y la arrojo al
piso por detrás de la chica en cuanto le dio la espalda e inmediatamente
después la alzo y se dirigió a ella:
-¡Hey¡ ¡oye se te cayo esto¡ La chica se detuvo, tenía unos lindos ojos azules que
despertaban deseo, sin embargo en esta ocasión demostraban asombro.
-¡No es mía¡ Apresuro a decir con voz tierna.
Berseck con una sonrisa la miro, le guiño el ojo, se acercó a su oído y
susurró.-Lo sé, solo quiero decirte que me gustas ¡Soy Berseck¡ Quiero
invitarte a una aventura o ¿prefieres un
helado? También puedes darme tu número telefónico.
La chica dibujo una sonrisa en su rostro.
¿Ah sí? Soy
Lina. Eso le debes decir a todas las chicas que conoces, mientras escribía su número. Aunque la chica dudo un poco lo
hizo.
-Yo soy Berseck. Pero puedes llamarme Sr. Cariño, Ok. Guiño el ojo.
-Lina sonrío y sus mejillas se ruborizaron al
instante.
Hino que observaba la situación no podía creer lo
que estaba presenciando, en cuestión de segundos Berseck había hecho una hazaña
que muy pocos hombres pueden realizar, de hecho nunca había visto algo similar
ni siquiera con Enrique, su amigo, quien sabia de mujeres.
Berseck regreso con Hino sonriendo.- ¡Lo ves¡ solo
debes fluir, cada uno de nosotros usamos experiencias en la vida que son
herramientas son la posibilidad de crecer, de evolucionar. Un consejo mas no
debes tratar de imitarme, debes ser autentico, yo te mostrare el camino, la
esencia de la disciplina AVEN, con cada conquista, con cada dificultad te vas a
realizar porque estarás aprendiendo, no temas fracasar.
Tienes que analizar esto, lo que yo acabo de hacer,
esta sistematizado, son pasos, es conocimiento, es arte aplicado, es la
disciplina. Yo no estaba ligando como tú.
-¿Cómo es eso? Pregunto Hino.
-Vamos a ver qué
es lo tenemos aquí, saco de su bolsillo un preservativo y se lo dio en
la mano a Hino. Te garantizo que lo utilizaras con la chica que más te agrade.
Este es tu amigo, utilízalo cuando lo requieras vale. Tomo su mano le coloco el
obsequio y cerro su mano. Bueno ahora explícame que fue lo que viste.
-Te acercaste, hablaste con ella y te dio su número.
-Exacto, pero eso tiene un nombre y una finalidad,
es una estructura lineal utilice la regla de los tres segundos e inmediatamente
aplique una línea de levantamiento. Después de encontrar a la chica tienes solo
tres segundos para hablar con ella, son los segundos del alma, en ellos se
reconocen las almas gemelas, muchos le llaman amor a primera vista, nosotros
sabemos que es solo la regla. Cuando encuentres alguna chica con quien
aplicarla debes utilizarla enseguida una línea que te permita engancharla en
este caso utilice el bolígrafo como señuelo.
Hino escuchaba atentamente y grababa cada palabra en
su mente, no podría imitar a su maestro debería encontrar su propia esencia,
algo comenzaba a comprender: La seducción no tiene fronteras, es una entrega de
todo tú ser, sin exclusión. Ligar es esperar mucho sin hacer nada, muchos
hombres esperan que las mujeres se enamoren con palabras tan comunes. Recuerda
esto “ligar es temporal, seducir es eterno”. El día de hoy hemos terminado. Aquí
tienes, Berseck saco de su bolsillo un cilindro de madera, lo abrió y de su
interior saco un antiguo manuscrito era un pergamino donde se leía lo que le
había dicho:
LA REGLA DE LOS TRES SEGUNDOS
Consiste en acercarse o hablarle a una mujer dentro
de los tres segundos en los cuales entras en contacto con ella.
El iniciado podrá tener la oportunidad de hablar con
ella con naturalidad y sin ningún contra tiempo; sin que le invadan los
nervios. Al hacer esto la mujer es vulnerable, su indiferencia es minimizada en
todo sentido. El Aprendiz debe practicar con tanta mujer se encuentre en su
camino.
Pergamino de Orión.
Hino, tomó nota.
Continuara...
AVEN HINOKU