Como enamorar a una mujer

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Como conquistar a una mujer
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domingo, 10 de agosto de 2014

LIBRO ÁNGEL DE VENUS, CAPITULO SEGUNDO: RENACER

Capitulo segundo
Renacer
       Cuando llego Berseck al lugar de la cita, la bruma matutina envolvía cada rincón del lugar, las nubes dibujaban una sonriente mañana que dejaban filtrar la luz viviente del sol quien saludaba a las tiernas ramas de los árboles.
       Hino con la mirada despierta, observaba dos aves que hablaban en silencio el lenguaje universal del amor, se mostraba el cariño sincero de una seducción eterna. La simpática escena le hizo recordar que no son necesarias las palabras para mostrar  lo que se siente en el corazón.


-Aún se nota la lluvia en tus ojos, si perdonas y olvidas todo encontrarás tu libertad.

      

Las aves volaron al sentirse interrumpidas por el ruido que hizo Berseck.
-Ahora es tiempo de que comencemos con tu evolución y te advierto que no será fácil, las mujeres son muy complicadas sino comprendes como funciona; así que olvida los besos de sal, cuando un AVEN decide olvidar no vuelve jamás.
-¿AVEN? ¿Qué es un AVEN?
       El significado depende de ti por ahora lo único que puedes saber es que te convertirás en un Artista Venusino, un seductor en potencia y que en cada hombre existe  el espíritu del AVEN, este despertara cuando creas que todo ha terminado.
       Hasta ahora cada palabra que compartía Berseck con Hino era palpitante, tocaba su interior tal como la luz que ilumina cada recoveco.
       Bienvenido a la hermandad, ella te ha encontrado por que tú la llamaste. El lugar donde había  citado Berseck a Hino era una mansión muy grande. El abrió el cerrojo y lo invito a pasar.
-Esta mansión perteneció a Marte el hacía de este lugar una fiesta ha sido testigo de grandes historias y hoy tu comenzaras a escribir la tuya. Dime algo, si alguien te hubiera dicho que puedes enamorar a cualquier mujer que tengas en mente ¿Le creerías? ¿Que cada vez que has salido con alguna chica, ella te vio como una potencial pareja y por algún error tuyo no sucedió? ¿Qué pensarías?
-Que miente. Respondió Hino.


-Los hombres cometen errores y suelen ser repetitivos en esto. El cambio es una decisión personal Hino; es una decisión que cada uno debe aceptar, seguir siendo corriente patético, lindo, mediocre, deambulando y rogando por el amor de una sola chica que no te hace caso, con una existencia miserable como ovejas guiadas por el pastor o puedes tomar las riendas de tu propio destino y unirte a nosotros liberando el lobo enjaulado que llevas dentro. Nuestro propósito es mantener la estabilidad en un mundo masculino en crisis. Enseñas a uno liberas a miles. En el tejido del amor cada destino pende de un hilo. Nosotros somos ese hilo. Una hermandad de seductores. Las almas de la seducción. Esta es la elección que tienes ante ti: cordero o lobo, hombre o seductor. La decisión es tuya.
       Hino quedo mudo de sorpresa. Había desde luego, cierta incertidumbre de su parte no  creía como Berseck, sin conocerlo, podía proporcionarle este fácil triunfo. Pero la verdadera razón de su decisión se encontraba en el recuerdo de  la última ocasión en que lo quisieron ayudar.
-Recuerda esto: la seducción procede del corazón si tu rompes esta regla tus habilidades se volverán hacia ti. Dijo Berseck mientras caminaban en medio de aquel majestuoso jardín.
       Los ojos de Hino recorrieron el lugar en el interior existían un color verde que contrastaban con las elegantes rosas rojas, en esta vaga y sutil mezcla se podían observar pequeñas florecillas de jazmín que le daba un peculiar aroma al lugar. Aquella mansión era una pieza creada con solemnidad para despertar el instinto sexual, místico y enigmático de la personalidad femenina; era increíblemente seductiva, todo en ella sugería que existían secretos insólitos. Era comparable a la belleza, pensaba él, de los campos elíseos. Esta prominente escena dio la certeza de que pocos son los elegidos que han despertado entre sus muros, pocos son los elegidos para alcanzar su potencial y  desarrollar sus habilidades. Caminaron por el piso de mármol hacia la puerta de aquella mansión  contemplando la belleza de aquel lugar. El camino finalizo en una gran puerta de madera que tenía el extraño símbolo que Berseck tenía en el brazo.

-Llegamos, la puerta de tus sueños esta por abrirse...no los vuelvas pesadillas. Bienvenido a casa.- Mientras entraban al recinto de la mansión un pequeño rechinido anunciaba su llegada. Sin duda aquel espacio era una representación de la seducción. La alfombra roja que los recibía seguía hacia  las escaleras hasta  llegar al siguiente piso que mostraba el camino para dirigirse a las habitaciones. En el centro de la alcoba se encontraba una Venus con su hermosa silueta y su feminidad divina les recibía con amabilidad al maestro y al aprendiz.
-Es hermosa. Dijo Hino.
Como todas las mujeres que se entregan a su esencia. Afirmo Berseck.
-Yo seré  tu guía y te daré el conocimiento de las artes venusinas, solo tienes que iniciarte con Venus la diosa del amor. Tienes que entregar tu propósito a ella.
-¿A qué te refieres?
Berseck señalo  la cúpula de la mansión  en donde se encontraba una representación del universo y destacaba su estrella. La más brillante en el cielo es la estrella de Venus ella protegerá tu propósito y cuidara de ti.
Hino recordó las palabras que Mar había dicho acerca de los sueños y las estrellas.
Berseck prosiguió.- El camino y las respuestas siempre las encontraras en tu interior, no tienes por qué buscar fuera. Encuentra esta razón y conságrala a Venus, ella te guiara en tu camino.

Hino cerró los ojos y comenzó a buscar ese propósito dentro de sí mismo, hubo un momento de dificultad estaba vacío hasta que la tenue luz de Venus comenzó a manifestarse y comenzó a acariciar su frente hasta que apareció en su rostro,  las palabras comenzaron a crearse:
- La seducción sirve como una de las muchas posibilidades del hombre para realizarse como ser humano, en último término como hombre feliz, como un AVEN. La Seducción es una de las posibilidades de la felicidad humana: hacerla y poseerla.
La energía que lo envolvía fue la señal de que su propósito y sus palabras fueron aceptados. Berseck observaba el nacimiento de un artista venusino, un nuevo integrante de la comunidad. En el revivía  el intenso brillo y el valor de las estrellas que se encuentran en medio de la oscuridad. Así había renacido el corazón que hace tiempo había sido asesinado por la tristeza y el dolor.
      El amor es una forma de vida y esta es reflejada en todo lo que te rodea; así tus habilidades serán reciprocas de la misma manera en que las utilices. Un AVEN es dueño de sus palabras y emociones. Y sabe usar las dos con la habilidad de un Seductor. Hino escuchaba cada palabra  que Berseck compartía, ningún futuro parecía mejor al que él le ofrecía.Debemos comenzar con tu entrenamiento y para esto debes contemplar tus debilidades y tus habilidades.
 -¿Cuál es tu juego?
-¿Mi juego?
Si ¿cuantas chicas han estado contigo?
-Solo una…
-Vamos debes estar bromeando y ¿Cuantas novias?
- He dicho que solo una.- dijo irritado- solo una.
Espera me estás diciendo que solo una novia, ahora entiendo debió dolerte bastante supongo que te consentía muy bien.
-¡Que va¡ Ella me trataba muy mal, me engaño.
-Déjame entender algo, ¿Entonces con la chica que has estado es por la que te encontré sollozando?
-No, es otra chica y ni siquiera la bese.
Entonces eres virgen.- dijo Berseck con la mirada sorprendida.
Hino permaneció en silencio.
-Ahora entiendo la nobleza de tu mirada, eso se  arreglara muy pronto la seducción es resultado de aquí.- señalo su corazón con el dedo índice.   Es el primer paso: trabajar con tu interior. Cada mujer que encuentres en tu vida desencadenara un cambio, la evolución que comienza con tu destino.
-Nosotros como artistas venusinos debemos  tener la capacidad de entender las necesidades femeninas, desarrollamos  una conciencia muy profunda de lo que hacemos. Así que para hacer esto debes entenderte tú primero, tu juego interno es lo que se proyectara en tus relaciones. Así que agradece a estas chicas las heridas que te hicieron porque es lo que te cambio la vida. Recuerda, las relaciones que vives en el pasado siempre te enseñaran algo; Y ahora, sin saberlo te han revelado a la comunidad AVEN. Muchas de estas enseñanzas te harán sufrir más de lo necesario te llevaran al límite. Más de una vez perderás el tiempo por una mujer y no serás correspondido, sufrirás por aquellas que no estén a la altura de tu corazón. Por ahora debes comprender que lo que harás solo será la base de la enseñanza, no debes buscar solo el resultado; tu prioridad será disfrutar el momento, tienes que experimentar el desapego y el desenfado. Concrétate a estimular buenas emociones en ti. La seducción es la sensación con ella y solo lo lograras si pierdes tus miedos. Por ahora le daremos vida al AVEN que llevas dentro, imagina que tan fuerte e imponente puede ser. Tus pensamientos son los arquitectos de tu vida, comienza a construirla de la manera que siempre has soñado.
 Cierra los ojos, permanece en silencio identifica las cosas que te son atractivas de una mujer. Le pidió  Berseck.

       Hino obedeció y comenzó a imaginar,  poco a poco, a una mujer con cabello negro y largo, la presencia de esta chica se distinguía por su feminidad y su hermosa silueta que se adornaba con  perfectas voluptuosidades en todo su cuerpo, una piel clara, la magnífica cadera que coronaba aquellas piernas torneadas comenzaban a tomar vida. Recorría con su imaginación la perfección de su deseo en aquella chica. Sus ojos eran verdes penetrantes con unas pestañas largas y curveadas, nariz respingada, labios sinuosamente pequeños de color carmín, cejas tiernamente delineadas que enmarcaban su  rostro angelical.
-Ahora dale vida, identifica su personalidad con su belleza interior.
Hino comenzó a idealizar a su chica perfecta: Persistente en sus metas, linda y tierna, con carácter, ingeniosa cada palabra daba una personalidad temperamental. Capaz de reír a pesar de los malos momentos, increíblemente intuitiva y resplandeciente al momento de escuchar. Sexualmente atractiva que hacia contraste con su carita muy hermosa y angelical. Siempre dispuesta al amor, a la aventura y al placer.
-La seducción se acentúa en la coordinación de tu mente y tus emociones a través de ser tú mismo. Cuando actúas con un objetivo en mente es más sencillo obtener resultados. Nunca temas fracasar. En seducción con grandes aspiraciones, es  glorioso incluso fracasar. Decía Berseck mientras Hino se mantenía hundido en sus pensamientos.
-Ahora saca de tu interior la esencia, dale vida  a tu personalidad.
-Hino pertenece al grupo alfa, su lenguaje corporal lo manifiesta, sus movimientos son lentamente cuidados y poderosos, destaca la seguridad al hablar con mujeres hermosas, no es fácil de conquistar por lo que aumenta significativamente interés en él con personalidad  carismática manteniéndose callado.
Berseck admiraba la disposición  que Hino había puesto desde un inicio a la práctica.
-Ahora abre los ojos.

Con gran  solemnidad sus ojos se abrieron, poco a poco, desprendían el brillo del fuego. En seducción la revelación del miedo es la inseguridad. ¡Si tu dominas esto¡ tus habilidades serán increíblemente seductoras. Era tiempo de un nuevo comienzo, tiempo del AVEN, tiempo de aprender a seducir. 

Continuara... 

AVEN HINOKU
INSTRUCTOR EN SEDUCCIÓN












domingo, 11 de mayo de 2014

LIBRO ÁNGEL DE VENUS: CAPITULO PRIMERO: DOLOR



Libro Primero
Atracción




Capitulo Primero
Dolor
    Hace cuatro años, en un parque, frente a la facultad se encontraron sus caminos, Hino estaba desconsolado había experimentado la rabia y el dolor por el sentimiento de un amor no correspondido; con cada pensamiento ahogado en los recuerdos de lo que pudo ser, aseguraba que no existía; sus pies los sentía en la tierra una sensación que no se suele experimentar cuando se está enamorado, miraba  el adoquín de color carmín, cabizbajo con sus manos entrelazadas,  dejo caer unas lágrimas que se convirtieron en dos puntos cafés en el piso, sentado en aquella banca desgastada el transcurrir del tiempo era lento lo acompañaba una  tarde nublada, el grito del viento,  le hablaba de soledad; de los frondosos árboles que rodeaban la fuente emergía el celestial canto de innúmeros pajarillos que oía, tras de sí. En su interior experimentaba el sentimiento que desataba el rencor y el dolor que se siente por  una mujer, comenzó a pensar en el destino. ¿Por qué a mí? ¿Cuándo es el momento indicado para encontrar un instante de felicidad, para enamorar a una mujer?
Aquella escena estaba grabada en lo más profundo de su ser recordando aquella voz que resonaba en su interior:
-Él olvido era necesario y lo más importante no estas poniendo aprueba tus habilidades sino tus sentimientos.
Eran las palabras de su maestro.
       Cada noche  Hino respetaba la devoción de pensar en ella, cada pensamiento lo llevaba al recuerdo que la nombra, de imaginarla como seria besarla y despertar  a su lado cada mañana, el amor que había experimentado se conservaba en su interior puro, intacto. La maravillosa sensación de idealizar un futuro sostenía la pesadez de la distancia que existía entre ellos. En ocasiones solo tenía el calor de la luna y las estrellas para consolar su nostalgia. El íntimo pensamiento que venía a su corazón de saber que pertenecía al universo era el reflejo de su amor. El extraño sueño que había tenido durante los últimos meses lo despertó, la dulce voz de una mujer que lo llamaba, la luz de las estrellas  lo cegaba, siempre se encontraban ellos dos caminado por la arena tomados de la mano, lo  inquietaba, lo hacía sentirse solo.
       Hino era un chico quizás como todos los demás de no ser por su sensibilidad y gusto por la mitoligia griega y las historias épicas que contenían antiguos pensamientos de amor de los griegos, su incomparable sentimentalismo de un tibio corazón que se desarmaba y su curiosidad por descubrir el amor  hedónico y perfecto que  había perdido apenas unos días atrás cuando descubrió que su novia lo engañaba con otro. Quizás lo más complejo de esto fue la escena donde la miro besando aquel  chico tomándola de la cintura; ella se encontraba abrazada a su cuello todo parecía que desaparecía a su alrededor se veían felices. Un retortijón sintió en la boca del estómago, la había perdido. Hino reconocía esa mirada especial que tiene una mujer cuando está enamorada, le brillaban los ojos, la había visto en varias chicas inclusive en  programas de televisión. El globo que llevaba como obsequio  se desprendió de su mano, tomando rumbo desconocido como si fuese el último suspiro de su corazón herido, estaba sangrando. Ese momento era de lo más real que un ser humano puede experimentar con los sentimientos heridos, sin alma en el cuerpo, su corazón ardía de dolor.
     Karla esa chica distante, desaprensiva, robusta, y sarcástica, no era bien parecida y sin embargo era quien había comprometido su corazón de manera superficial con él. Una chica que no tenía en sus planes tomar en serio una relación, le había mostrado que doloroso puede ser el amor cuando se pierde. La inexperiencia de Hino en las relaciones no le permitió percatarse de ello, siempre se piensa que el primer amor es para toda la vida. Ella solía salir con otros chicos lo encontraba estimulante. El siempre respeto la línea de que existe entre el pudor y el deseo, nunca le hizo una caricia prohibida y sin embargo él veía todo lo contrario con aquel chico.
Algo que admiraba Hino en ella era su sentido de compromiso en las cosas que le interesaban. Lo había enamorado de manera instantánea cuando ella le robo un beso. Ese día  para Hino, fue el más feliz de su vida,  parecía que había realizado uno de  sus más grandes sueños. A partir de aquel día estaba convencido de tener en sus brazos a la más hermosa mujer de todo el mundo. Besarla en aquella tarde que se iluminaba con la luz naranja del sol y un paisaje urbano que vislumbraba el ocaso de su pubertad, se sentía un hombre la sensación de sentirse flotando era embriagante, desde entonces pudo  decir a sus amigos que ya había besado a una mujer, era el triunfo del conquistador.
      Los chocolates, las flores y el oso de peluche que le acompañaban se volvieron inútiles y responsables de las creencias con respecto al  amor, que de ahora en adelante Hino tendría para sí mismo, se prometió  nunca volver hacer un obsequio. El miedo a quedarse solo lo había reprimido, ahora era intercambiado por el dolor de un alma herida. No volvería creer en el amor.
       Venían pensamientos que herían en lo más profundo de su ser. El último año de bachillerato había dejado a Hino rezagado, había perdido la oportunidad de ingresar a la universidad por lo que le permitía visitar a su novia en la Facultad de Química de vez en cuando. Sus temores se materializaron, la creencia que ante los ojos de ella era un perdedor resonaba cada vez más fuerte en su mente. Sus pensamientos se habían vuelto en contra de él. Se habían hecho realidad.
       El escalofrió que recorrió su espalda y el nudo que se formó en su garganta llego a su pecho como una aguda presión a su corazón, la voluntad lo mantuvo de pie sin decir nada,  solo regreso al lugar acordado de la cita donde días antes habían quedado para verse.
A veces solo queda respirar profundo, tragarse las lágrimas y sonreír.-Pensaba.
De no haber sido por sus ganas de acudir al baño no se habría dado cuenta de aquella noticia. Muchos de sus amigos le habían dicho que se olvidara de ella, él toleraba muchos desplantes, en especial Enrique quien tenía mucha decisión en especial en el tema de las mujeres.
        Su gran amigo era de estatura baja, complexión robusta y unas entradas muy pronunciadas en su frente que enmarcaban muy bien una sonrisa que mataba-según él- a las mujeres.
-“Spercy” las mujeres te tienen que odiar para que te amen si sigues así de lindo no tendrás su respeto.-
Enrique llamaba así a Hino por una playera que solía traer muy a menudo, un espermatozoide en su pecho era la causa de este mote. Todos aquellos consejos que había escuchado con los oídos sordos se habían materializado en un “hubiera”. Muy dentro de su corazón lo sabía, las cosas no funcionaron normalmente desde el momento en que no se vieron a diario. Su corazón  le había dicho, en muchas ocasiones, que los temores siempre se materializan cuando se insiste en pensar en ellos.
       Persistir en los sentimientos no  correspondidos es una pérdida de tiempo, Hino estaba viviendo una lección de vida, la distancia entre sus sentimientos y la razón era tan estrecha que lo único que se le ocurrió fue entregar sus obsequios y despedirse.
-Karla sabes he descubierto  que  el corazón se cansa. Los sentimientos son muy delicados,  las acciones levantan o destruyen muros, el compartir momentos con otra persona es entregar tu vida porque regalas  tiempo que no volverá. Debemos borrar el pasado para no repetirlo, como en todo, la decisión está siempre en tus manos. Te agradezco la forma en que me quieres, solo espero seguir aprendiendo.-

 Karla no pretendió entender aquellas palabras que Hino le había dicho supuso que era una más de aquellas conversaciones que sostenían con el desapego y aburrimiento con las  que ella misma  los etiquetaba. La inteligencia abre salidas a las causas del corazón más no las cicatriza. Después de aquella tarde Hino no volvió a saber más de ella.
      Él no tendría entonces más de 19 años, su inexperiencia en relaciones se había demorado por su interés en los estudios, los libros y el dibujo sus pasatiempos favoritos que prefería antes que socializar con algún chico de su edad.
       Al olvido se invocaba cada vez que él sentía cualquier tipo de intención de conocerle, a la menor demostración de cariño se  desprendían palabras de rencor y desapego ante cualquier chica que mostrase un poco de interés por él. Experimentaba un sentimiento incontenible de odio hacia las relaciones.  El horrible recuerdo lo obligaba,  viviría con el toda su vida. Al final de un día más de su  soledad, después de aquella tarde triste, su filosofía lo animaba como cada tarde, a adentrarse en sí mismo se arrepentía amargamente todo lo que había hecho por ella, se preguntaba en que había fallado. Miraba hacia el alba, solo era consciente de sus pensamientos y del dulce canto de los pajarillos en los cercanos arboles del lugar. Fue en aquel  momento, en que el silencio se encontró con aquella cálida voz que  rompió el silencio:
-Hola no deberías estar tan solo, las personas solas no comparten sus sueños.
      Sin dejar de reposar su mirada distante y pérdida solo encogió  los hombros y una mueca forzada acompaño las primeras palabras con ella:
-Hola.
       Con la mirada triste observo a aquella chica de ojos grandes marrones enmarcados por unas cejas pobladas con una especial  profundidad  y una sonrisa llena de chispitas  había inesperadamente roto aquel estado de tristeza y sin parpadear permaneció callado.
Al oír esto la chica  interrogó una vez más:
-¿Cómo te llamas? Mi nombre es Mar.
-Hino. Respondió el.
-Hino, la soledad no es buena… sabes cuándo me siento así, miro el atardecer y recuerdo siempre que mañana será otro hermoso y gran día. Mientras decía esto, ella se sentaba a su lado.
 -Lo dices porque no has vivido por lo que he pasado yo. Replico en tono serio.
- Es verdad tienes razón- reconoció ella-.Pasaron unos segundos en silencio.
       Mar que había intentado cambiar  aquella mirada triste de Hino quizás porque le había inspirado ternura y confianza, recordaba cómo había llorado hace unos días por la pérdida de su padre. Vinieron a su mente  las últimas palabras que le dijo y que compartio con él:
      -No desistas  de tus sueños, nunca abandones la idea de un mejor mañana a ellos solemos traicionarlos muy frecuentemente. Cada estrella es un sueño y solo brilla con la intensidad de la oscuridad. Cuando te sientas solo comparte tus sueños y así brillaras.
Cada palabra la recordaba hasta el menor detalle.
-No importa cuánto sufras la idea de un mejor futuro siempre debe estar presente los sueños son una bendición. Pídele a las estrellas  que los cuide y lo harán.
       El consejo conforto a Hino de alguna manera esta chica decía algo que suavizaba el dolor por el cual estaba pasando. Se dio cuenta que había olvidado todo aquello con lo que se sana una herida. Siempre hay que volver a las raíces  cuando se buscaba una respuesta.
-En verdad gracias.  Dijo Hino suave y gentilmente sin  más se levantó y se retiró.


Era el caso de preguntarse si esta chica era la respuesta al pequeño fragmento perdido de su historia a veces perteneciente al extraño destino. Mientras ella realmente conmovida, vio como desaparecía caminando.

       Habían pasado algunos meses desde aquel encuentro. Hino había entrado a la universidad, la luz suave del sol que se reflejaba, lisa y suave, en los pasillos de la facultad, era como la luz interior que sentía en su corazón. El pasado había quedado atrás ahora al recordar solo quedaban  mínimos detalles de aquel noviazgo desagradable y aquella chica que lo rescato de su vacío emocional había logrado revivir las tiernas reacciones de su corazón.
      Recurrente en sus clases la vida transcurría cotidianamente pero esto cambio solo a unos días después de que se encontró con Mar en la facultad. Un encuentro que sorprendió a su corazón con un sentimiento de rápidas palpitaciones y nerviosismo. La sensación de cómo se expandía su plexo solar recordaba la sensación de las mariposas en el estómago. De pronto se hayo sumergido en una oleada de ternura al recordar que ella lo había revivido.
Mar mostraba en su rostro la dulzura de todos sus rasgos al mirarlo.
-Hola Hino, ¿Cómo estás? ¡Qué gusto volver a verte¡ ¡Dime que estas estudiando aquí¡
Nuestro joven enmudeció, retuvo su respiración por unos segundos y claramente azorado,  respondió:
-Si, voy a  clase.
-Que bien  podremos hablar con más tiempo, por ahora  voy a clase de danza y estoy  retrasada así que espero verte más tarde.
Mar le dio un beso en la mejilla y se retiró sonriente. Estos gestos de afecto le hicieron ruborizarse aún más. Aquella chica amable y gentil aparecía de nuevo en su vida, lo había rescatado en el momento indicado. Sus palabras dulces y cálidas demostraban que había crecido en una familia con valores y profunda educación. Era una chica de casa, sincera y tierna. En sus ojos se reconocía la felicidad de vivir.
      Los días pasaban y sin notarlo día a día la hermosa silueta de Mar despertaba el deseo de Hino, su rostro era   acompañado del rubor que encendía sus mejillas cada vez que ella realizaba sus ejercicios de calentamiento antes de comenzar su clase de danza. Con cada mirada descubría  la forma perfecta del amor, él podía sentir el dulce placer de mirar su rostro con pequeñas gotas de sudor, su mirada penetrante enmarcada por esas cejas pobladas con grandes ojos color marrón, su boca de manera perfecta, sus labios rojos resaltados por la suave palidez de  su piel, con una dulzura en todos sus rasgos que desafiaban  la íntima debilidad de sus pensamientos para poseerla con la mirada en los  ojos de ella sosteniéndola con firmeza, trasmitía esa sentencia. No podía más que abandonarse a las tiernas reacciones de su corazón que comenzó a obedecer a sus suaves  impulsos.
     La misma intención crecía en Mar que se alegraba  visiblemente cada vez que se encontraba a lado de él. La amorosa inclinación de sus corazones y sus emociones  crecían cada vez más, contenían el evidente retoño que evoca las primeras hojas de la primavera, estaban renaciendo.
      Los tiernos momentos que vivían juntos fueron marchitándose lentamente  con  la indecisión de Hino. Era a ella a quien  debía que  en estos momentos no estuviera tan distante a sus sentimientos. Y sin embargo, la emoción que había experimentado al estar frente a ella para besarla se conservaba intacta en su interior porque no sucedió. No tuvo el valor de besarla.
      Ella perdió la mirada en aquel momento, su  amarga sonrisa disfrazo la desilusión, lo miro decepcionada realizo un ligero movimiento para separarse de él. Los brazos de Hino no hicieron nada para mantenerla cerca de él. No existió una segunda vez.
      El termino de aquel verano traería consigo una gran sorpresa del destino intencionadamente y con cierta ironía. Hino la esperaba, quería verla de nuevo quería refugiarse en su compañía. Desde lejos la vio acercarse y comenzó a caminar hacia ella pero la presencia de otro chico que resueltamente la tomo de la mano lo detuvo. Su corazón sintió un pequeño piquete y produjo un doloroso cambio, la presión del pecho subió y se acumuló como un nudo en la garganta, lo dejo por instantes sin latido, los arboles tenían un color verde sombrío agitaban sus ramas como si supieran lo que se aproximaba, cada vez ella se acercaba más sonriente jovial hasta que cruzo aquella mirada que se desarmaba en ternura. Fue en aquel maldito momento donde apareció el sentimiento que hace tiempo había experimentado al ver a Karla besar aquel chico. Mar lo miro teniendo de la mano a este nuevo amor, cruzo mirada con Hino y tras una mueca que dibujaba una sonrisa ocultaron el sentimiento de nostalgia, su mirada filtraba el sentimiento de dolor y sin lágrimas; con el lamento inconsolable de  no haber comprendido porque él no la beso. La oportunidad la había dejado pasar.
      Los tiernos recuerdos que tenía Hino se despedazaron y en medio de estos regresaron pensamientos de abandono y dolor. Sus miradas se entendieron se comunicaron. Dio media vuelta y  camino sin rumbo. Mar lastimaba así, sin querer, sin reparos de ninguna especie, aquel chico que había curado hace tiempo atrás. Ella había abandonado delicadamente sus intenciones.
       Tal como exige la costumbre en los hombres Hino permaneció callado, sin demostrar dolor y experimentar en soledad sus sentimientos. Sentía pena por sí mismo no se explicaba como una chica que lo llego a querer así lo lastimaba de esa manera, estaba molesto consigo mismo. No se atrevió, fue víctima de su indecisión. Sin darse cuenta llego a un parque, quería estar solo, es lo único que desea cuando pasan estas cosas. La tristeza de la soledad se cernía otra vez sobre él. Hino contuvo las lágrimas en los ojos. El único culpable de esta situación había sido él. El mismo sentimiento de dolor lo hacía sentirse más solitario, era como si habitara siempre la soledad dentro su corazón.
    Esa quietud, la paciencia, esa inocencia de sentirla segura y para siempre. Era ese sufrimiento que constituía para él, sin duda un desgarro para su interior. Ella nunca se interesó en otros chicos solo mostraba interés por él, habían compartido momentos mágicos, habían hablado de sueños y sin embargo solo cabía en su cabeza una sola pregunta ¿Por qué?
Una voz rompió el silencio:
-Ella pudo lastimarte así porque no comprendiste sus señales y no fuiste sincero en tus intenciones.
      Hino, por su parte, no había reaccionado ante aquellas palabras y permanecía ausente de lo que ocurría a su alrededor.
-Las consecuencias del amor no correspondido son el duelo, si esto alcanza a tu espíritu y lo llena de tristeza ya no podrán herirte pero serás incapaz de revelar tu corazón.
-Mi nombre es Berseck.
       El extraño destino que perseguía los momentos más dolorosos que vivía Hino lo colocaba nuevamente ante una nueva persona que había logrado alterar la triste indiferencia de su corazón.
        Miro entonces a Berseck quien vestía jeans, un chaleco negro, una playera blanca, una bufanda roja, pero lo que le identificaba eran los ojos cafés  con la mirada estrictamente dulce y fuerte, desafiante,  con la cadencia de la honestidad que pocos saben de sus emociones. Su cabello cortó y peinado agresivo iban en simetría con la perforación de sus oídos y el tatuaje de un extraño signo en su antebrazo derecho.
Berseck se acercó y continúo:
-Debes saber que las mujeres siempre eligen al hombre, el arte está en ser siempre la mejor opción.
       Esta sincera y sutil frase saco del trance a Hino quien se había mantenido callado.
-No tienes idea de lo que paso- dijo, levantando hacia él sus húmedos ojos.
-¿Te rompieron el corazón? ¿No es cierto? Y fue una mujer, es difícil de aceptarlo cuando las cosas parecen ir bien. Sí no quieres  volver a estar así tienes que seducirlas ese es el objetivo.
-¿Cómo es eso? ¿Qué quieres decir?- pregunto Hino.
-Lo que has oído, tú obtendrás siempre los mismos resultados si no cambias la manera en como realizas las cosas. ¿Comprendes?
-No pretendas que cambie. No soy más que un pobre chico que no sabe de amores.
-¡Nada de dramas¡- grito él, -¡solo debes comprender las reglas¡
-Nosotros no vivimos de las mujeres nosotros las hacemos vivir.
Vuelto a la serenidad Hino intentaba reflexionar sobre aquellas palabras que contenían una penetrante verdad.
-Para mi- quiso él explicar- las experiencias con mujeres han sido dolorosas son recuerdos muy amargos. Su voz se ensombreció.
-Te diré algo, trataremos de arreglar las cosas pero el recurso más importante en esto es tu total entrega, sin ella, no habrá cambios, no habrá resultados y lo más importante no habrá mujeres.
Hino asintió, observo aquel chico, parecía que quería decir algo, pero callo.


Berseck le tendió la mano a  Hino para que se levantara  cerrando el pacto entre ellos. Sin imaginarlo su vida estaba a punto de dar un giro de 360 grados, el inicio del origen de sus habilidades de la evolución tan radical de sus sentimientos. 


continuara...


AVEN HINOKU

INSTRUCTOR DE SEDUCCIÓN